No por fulminante. No por el futbol extraordinario que mostro, si no por lo que le ha hecho a una nación. En lo que millones de mexicanos despiertan todavía sintiendo el tequila del festejo de anoche tendrán que aceptar la terrible verdad: nada ha cambiado.
Seguimos en cuarto lugar. Seguimos sin ganar fuera. Seguimos vivos por una razón, y solo una. No las maravillas de nuestro técnico ni las hazañas de nuestros jugadores, si no la imponente posición del Coloso de Santa Úrsula.
Sin duda, México domino el juego. México jugó mejor, sin contar los primeros diez minutos del partido. Pero al fin, la única razón que gano México fue por un golazo de Israel Castro y suerte en el gol de Sabah. Un gol que nunca hubiera sucedido sin un error de la marca estadounidense que dejo a Sabah solo en el área de frente al arco.
Estados Unidos ya no podía correr entrando al segundo tiempo. En parte su culpa por haber llegado apenas un día antes del partido, sin darse tiempo para acostumbrarse al cambio de altura y clima. Pero con un Estados Unidos completo, no entorpecido por el Azteca y un horario manipulado por la Federación Mexicana de Futbol sin haber dado una razón lógica, esdificil creer que el resultado hubiera sido el mismo.
Ningún jugador, aparte de Efraín Juárez y Cuauhtémoc Blanco, tuvo una presentación deslumbrante el miércoles. Todos hicieron lo necesario, nada más. Eso no se puede aceptar en un juego que para la selección era de vida o muerte.
Ahora, para el técnico. Que estaba haciendo Aguirre con sus cambios?
Primero saca a Blanco, uno de los mejores jugadores en el campo cuando le quedaban fácilmente otros diez minutos de efectividad para meter a Vela que en su tiempo en el campo hizo lo mínimo posible. Con su velocidad no tuvo el valor para atacar a una defensa que ya estaba llena de amarillas. Aunque no hubiera pasado fácilmente pudo haber causado una segunda amarilla, especialmente con un árbitro que en todo el juego siempre marco a favor de México.
El segundo cambio fue un fracaso. Saco a Andres Guardado por Nery Castillo. De nuevo, Aguirre no saco a Franco que en todo el juego solo sirvió para estorbar y patear a los oponentes. La salida de Guardado está bien, no metió centros y ya venía tocado de la rodilla. Pero Nery?! De nuevo demostró que no tiene la madurez para estar en la selección. De nuevo no aporto nada de futbol, solo aporta su actitud negativa.
Debió haber recibido una tarjeta por agarrar a Davies, y debió haber recibido la segunda por altercar al portero Howard. Por suerte no dejo a México con 10, cuando todavía seguían empatados así arriesgando que perdiera su selección.
El único cambio bueno que hizo Aguirre fue meter a Sabah por Franco, el cambio que debió haber hecho veinte minutos antes. Cinco minutos después de entrar, Sabah ya había anotado el gol de la victoria.
Si el gol fue por suerte, fue buen rebote. Pero también Sabah estuvo en el lugar correcto y supo definir perfectamente. En 76 minutos de juego Franco no había hecho nada.
Franco y Nery representan el problema principal de México. No es el futbol, el futbol está ahí y con un poco de paciencia y de estabilidad ( por dios Aguirre ya no cambies la alineación!) mejorara a un nivel mejor, no competitivo para ganar un mundial pero seguro para calificar.
El problema es la lealtad que les damos a estos jugadores que no aportan nada. Franco no ha hecho nada; Sabah desde la copa de Oro ha sido el goleador que buscábamos. No es la solución permanente, pero funciona.
Nery lleva dos años sin aportar nada. Sigue metiéndose con los periodistas. Sigue metiéndose con los oponentes y sigue metiéndose con los árbitros. Junto a él, Cuauhtémoc blanco parece un ángel caído del cielo porque por más que la gente quiera criticar su actitud, Cuauhtémoc siempre lo mete todo al campo, y siempre cambia le personalidad del equipo cuando está en el campo.
Si Aguirre quiere tener jugadores naturalizados, que meta a Sinha, no ha niñitos con problemas de actitud o jugadores que ni siquiera pueden encontrar un club.
